26 de septiembre de 2006

You killed me with your smile so beautiful and wild




Tonight

by Reamonn

She never took the train alone
she hated being on her own
She always took me by the hands
and said she needs me

She never wanted in love to fail
she always hoped that it was real
She'd look me in the eyes and say 'believe me'
And then the night becomes the day
and there’s nothing left to say
If there's nothing left to say
then something’s wrong

Ohhh, tonight, you killed me with your smile
so beautiful and wild, so beautiful
Oh tonight, you killed me with your smile
so beautiful and wild, so beautiful and wild

And as the hands would turn with time
she'd always say that she was my mine
She'd turn and lend a smile
to say that she's gone
But in a whisper she'd arrive
and danced into my life
Like a music melody
like a lovers song

Oh tonight, you killed me with your smile
so beautiful and wild, so beautiful
Oh tonight, you killed me with your smile
so beautiful and wild, so beautiful and wild

Through the darkest night
comes the brightest light
And the light that shines
is deep inside
It's who you are

Oh tonight, you killed me with your smile
so beautiful and wild, so beautiful
Oh tonight you killed me with your smile
so beautiful and wild, so beautiful …beautiful
Oh tonight, you killed me with your smile
so beautiful and wild, so beautiful and wild
So beautiful and wild
So beautiful and wild

25 de septiembre de 2006

Héroes de la metáfora



Podrán gustar o no, pero nadie puede negar la armonía y contundencia de sus melodías, el original timbre de la voz de Bunbury y la poesía de sus canciones. Aún hoy, inimitables. Aún hoy, héroes.

Dedicadas a Cristina Cortés, esperando que puedan empezar a gustarles.







22 de septiembre de 2006

Hoy

Llevo ya un tiempo trabajando en algo que, sinceramente, me gusta, me llena, me satisface y hasta me realiza. Haciendo un repaso mental desde esa edad que pones la crucecita cuando terminas la selectividad, han pasado por mi cabeza muchas ideas y propósitos distintos. Y creo que, ahora, tras ocho años, empiezo a ver un camino recto en lo que quiero hacer. Como murciano que soy, no diré que ha llovido mucho desde entonces, pero sí, que es verdad que desde aquella época he tenido varias experiencias que voy guardando para esa mecedora rodeada de nietos. A los dieciocho años admiraba a mi padre, sigo haciéndolo, porque su vocación a la lengua, la literatura y la poesía habían aparecido ya casi en su infancia. Yo a esa edad me limitaba a seguir el camino que me iba marcando la sociedad, intentando dar pasos firmes pero sin cuestionarme siquiera muchos aspectos que hoy en día para mí son vitales. Podía predecir a los veintitantos por donde no quería que fueran los tiros de mi futuro, pero realmente seguía dando círculos sin encontrar la puerta que me condujese a un futuro que me llenara. Realmente, el porcentaje de vida que estamos trabajando es realmente suficiente, como para pasar por alto, que hay que luchar por estar bien en él. Hoy en día, cuando mi jefe se disculpa si me llama cuando estoy comiendo, me pregunta si estoy cómodo en la empresa, o reconoce que estoy haciendo bien mi trabajo cuando me reúno con él, hace que me plantee y me acuerde de ese pasado que todos llevamos escrito. Y lo que realmente pasa, es que ninguno somos capaces de conocer nuestros límites, pero lo que si es cierto, es que hay que intentar explotarlos al máximo. Creo, y quiero seguir creyendo, que la ambición moderada, debe ser una parte más que conviva con nosotros, y que hay que despertar continuamente esa fuerza que todos llevamos dentro y que nos empuja a cambiar, a mejorar, a ser mejores, o por qué no ....a ser más felices, al fin y al cabo. Ojalá estas palabras que escribo ahora, queden impregnadas en mi conciencia para siempre.

10 de septiembre de 2006

Sociabilidad

Hoy es uno de esos días que he intentado hacer memoria de algunas cosas en mi vida. Sé que ha habido muchos momentos salpicados en estos años que me he ido acordando de lo que voy a relatar aquí. Hoy me apetecía escribirlo. Me apetecía grabar con estas letras algo que se sabe, está ahí, se piensa, se intenta remediar, pero no se pone el suficiente esfuerzo en cambiar. Por supuesto, como reflexión que es, hablo en primera persona. Bueno, pues este escrito va dedicado a todas y cada una de las personas que han aparecido en mi vida por uno u otro motivo y que, por circunstancias, voy sabiendo poco de ellas, aunque con ello, no menoscabe mi mas profundo afecto y aprecio a todas ellas. La lista es bastante larga, pero, si empezamos a tener en cuenta la gente del cole, vecinos, el instituto, el primer trabajo, la familia, el segundo trabajo, la universidad, el tercer trabajo, las prácticas, las fiestas, los viajes, los campamentos, los viajes organizados, las concentraciones moteras, los amigos de los amigos, las relaciones, parejas, cuarto, quinto, sexto trabajo.…. En fin, creo que en cada una de esas palabras entra en juego mucha gente. Por supuesto, todo esto tiene un crecimiento exponencial, y cada vez el ritmo es más rápido, casi, que cuesta conservar las relaciones existentes e ir conociendo más profundamente las nuevas. Estamos hablando de personas, sentimientos, actitudes y valores. Yo creo que es más digno de atención de lo que parece. Lo que vengo a decir, es que entre los compromisos, obligaciones, quehaceres, y diversidades que engloban el día a día de cada uno, queda poco tiempo para atender a las personas que merecen tu atención y no se le presta. Es como una piedra que cae en medio de un lago en calma y forma una serie de círculos concéntricos. En el centro está cada uno de nosotros y en cada círculo cada una de las personas que componen tu vida. Mantienes contacto casi diario con las que están el círculo más próximo a tí, pero hay personas que van quedando paulatinamente cada vez más alejadas de ti, y de tu círculo. Este escrito es para ellas. Para todas ellas, como he dicho antes. Esto no justifica nada, ni resuelve nada, ni suple nada. Solo lo expreso aquí con ánimo de fortalecer mi ser en el ámbito de un valor tan relevante como puede ser la sociabilidad. Sin embargo, sigo sorprendiéndome porque verdaderamente hay gente que no consigo ver todo lo que quisiera y aún así, cuando coincidimos, me hace el cómplice más orgulloso de su franqueza cuando me recibe con los brazos abiertos. Es un placer, lo bien que se siente uno, cuando alguien me dice: “¡¡Hola Jesús!! ¿Qué tal?. Cuanto tiempo sin verte. Me alegro que estés bien….” Lo importante es poder saber que la otra persona está ahí. Que tienes su mano, su apoyo, su hombro; aunque no la veas, aunque no la conozcas lo suficiente, aunque no sepa de tu vida particular casi a diario. Joder. Es la fuerza que nos ha mantenido generación tras generación entre nosotros mismos. La sociabilidad. El estar bien con los demás.
Intento expresar aquí, que aparte de que hay que saber cuidar las amistades, hay que entender que la complejidad de cada uno es casi inmensa y que para mí están fuera de lugar los motivos, las razones o los argumentos de no haber coincidido antes. Sé que puedo contar contigo y puedes contar conmigo. Aquí tienes mi sonrisa y mi mano. Espero poder tener la tuya. Intentemos ponernos en el lugar de la otra persona, intentemos entender que habrá tenido sus motivos cualesquiera. Intentemos ser comprensivos con los demás y albergar con calor a las personas fuere cueles fuere su situación, tiempo que hace que no las hemos visto, posición, conflictos anteriores o lo que sea. Intentemos apoyarnos, entendernos, querernos, en una vida que cada vez nos conduce más por donde ella quiere que por donde nosotros queremos.

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“La amistad supone sacrificios, y sólo el que está dispuesto a hacerlos sin molestia comprende la amistad” Noel Clarasó
“Cada virtud necesita un hombre, pero la amistad necesita dos” Montaigne
“La amistad que se puede concluir, nunca fue verdadera” San Jerónimo
“Si la gente te quiere es porque antes tú la quisiste” N. Vincent Peale
“La causa de mi felicidad no es el amigo, pero brota cuando estoy con él” Tony Mello.

4 de septiembre de 2006

La balsa japonesa

Este rompezabezas me llegó por correo electrónico y reconozco que me costó un buen rato resolverlo. Sólo hay que cumplir unas sencillas reglas (la implementación en 'flash' ya se encarga de que no seáis tramposos) para conseguir que todos los personajes pasen a la otra orilla del río mediante una balsa.

El juego original parece ser japonés. En el siguiente hipervínculo, se accede a la presentación y tenéis que pulsar en el botón redondo azul para empezar: La balsa japonesa

Las reglas a seguir son:

  • Todos tienen que cruzar el río utilizando la balsa.
  • La balsa sólo tiene capacidad para dos.
  • Sólo saben manejar la balsa 3 personajes: la madre, el padre y el policía. Sin uno de ellos abordo, la balsa no se mueve.
  • El padre no puede permanecer con ninguna de sus hijas sin que esté presente la madre.
  • La madre no puede permanecer con ninguno de sus hijos sin que esté presente el padre.
  • El ladrón no puede permanecer con ningún miembro de la familia sin la presencia del policía.
Suerte! :)

Si conseguís el reto, veréis esto



Ánimo, que sé que hay muchas mentes brillantes por ahí ;)