7 de mayo de 2006

Felicidad es no necesitarla

¿Acaso no es la vida por sí misma ya compleja? Es imposible parar el curso de la misma, es muy difícil esquivar los golpes que ella te va dando. Es duro encajar y solventar los problemas, los malos ratos, las situaciones desagradables… No por ello a veces nos sorprende con días agradables, cargados de magia, de color. A veces nos sonríe y parece que todo viene a favor, que nuestro barco navega más rápido porque el viento sopla en nuestra dirección y podemos parar los motores. Esos son los días que se viven con tanta fuerza, con tanta gana y con tanta ilusión que van llenando el vacío de los días tristes. Es como llenar la despensa de nuestro barco para los días que hay tormenta, para los días que la vida te da una patada y tienes que volver a levantarte. Dicen que la vida es una de cal y una de arena. Tú vas sentado en tu vagón de la montaña rusa, y ésta te lleva o muy alto o a caer en picado, te hace pasar miedo, alegría, nervios, angustia, incluso te sorprende…pero…hoy…….Hoy estoy feliz. Me gustaría decírselo a todo el mundo y compartir con todo el mundo lo bien que me siento. Me gustaría parar el tiempo y quedarme aquí. Me encanta saborear estos momentos, estas alegrías que te da la vida. Mañana vendrá otro día, y el destino ya está planeando de qué color será. Pero hoy brilla un color en mi día que no se ve nublado con nada. Yo creo que cada persona debe saber como comportarse en cada situación y no al revés, lo cuál aparte de difícil es recompensa de una felicidad diaria. Y ya que hago referencia a la felicidad diaria me voy a permitir el lujo de compartir aquí un párrafo de uno de mis libros preferidos que rondan por mi mesilla. “Aprendiz de sabio” de Bernabé Tierno, y dice así:

“Quien sólo se siente feliz y a gusto consigo mismo cuando las cosas le salen bien, lo normal es que con frecuencia se sienta desgraciado. El aprendiz de sabio se procura paz, sosiego interior y felicidad en cualquier circunstancia….Felicidad es no necesitarla , dice Séneca o lo que es lo mismo, tú ya eres felicidad, pero en lugar de vivir la dicha y el privilegio de tu propia vida, de lo que eres, te dedicas a buscar la razón de tu alegría y de tus ganas de vivir en lo que puedan ofrecerte las personas, las cosas, las circunstancias: que el día amanezca soleado o nublado o que las personas con las que vives o trabajas te hagan grata la jornada..

Ahí está el gravísimo error y la causa de por qué no sólo cualquier persona corriente, sino incluso algunos grandes escritores, se mofen de la palabra felicidad y de cuantos pretenden defender que es posible ser felices. Condicionar la felicidad, el gozo de vivir y la aceptación de la realidad que te ha tocado vivir a lo que te depare la vida equivale a negar a cualquiera la posibilidad de ser feliz. El aprendiz de sabio no tarda en entender que sólo es posible una felicidad no condicionada. Hasta que no asumas que tú ya eres felicidad y que nadie puede proporcionarte algo que sólo depende de ti, no habrás avanzado nada….”


PD: Sólo puede ser feliz siempre el que sepa ser feliz con todo (Confucio)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Por casualidad he dado con tu pequeño rinconcito y ¿ sabes que? , me ha tocado mi corazón. A través de tus pequeñas-grandes historias te estoy conociendo cada día más y estoy descubriendo que detrás de
“ ese gran hombre” se encuentra un gran corazón.
En cada una de ellas dejas parte de tus sentimientos, pensamientos, de tu destino, de tus aventuras, en definitiva de tu vida, como también vas dejando muchos pedacitos de tu corazón .
Me alegro de que escribas, de que compartas parte de ti, porque nos haces más felices a los demás.
Eres una persona natural, sencilla, con un corazón enorme. Me gusta leer tus historias por su sencillez, naturalidad y sinceridad. Haces que algo se remueva en mi interior. Me conmueves.
He disfrutado mucho con tus aventuras, como la de Sevilla , he reído con tu forma de contar las cosas y me he emocionado con relatos como “ un salto mortal” o “ una pequeña gran historia” donde en el fondo lo que querías era darles un homenaje a tus hermanos y decirles que los quieres y sobretodo, se me ha encogido el alma con “historias”, escrito desde lo más profundo de tu alma.
No solo me gusta haberte encontrado y disfrutar con tus relatos sino también, haber descubierto por casualidad que por fin te has atrevido a escribir públicamente y demostrar tu talento.
Gracias por atreverte y demostrar al mundo lo que vales.
Por favor, sigue escribiendo y contándonos más trocitos de ti.
Espero ansiosa tu siguiente relato.
ah, y si puede ser, algún trocito dedicado a mí.
Un saludo

Anónimo dijo...

Me enorgullece comprobar que mis sospechas eran ciertas: eres un tío estupendo, vales un montón, y tienes más vida interior de lo que parece al primer vistazo. Me ha gustado mucho lo que has escrito. Sin embargo, como suele ocurrir, la teoría es muy bonita y muy fácil de entender, pero la práctica es otra historia. ¿Cómo hace uno para ser feliz sólo por el hecho de estar vivo? Quizá a mí me han enseñado a fijar la mirada en aspiraciones más complejas -que no mejores-, y por eso no me conformo con que el día esté soleado. Aún así, una parte de mí es consciente de la importancia de que brille el sol. Por desgracia, lo cotidiano parece perder, por serlo, su dosis de maravilla.
Ojalá supiera apreciar las pequeñas cosas y quedarme con lo bueno que hay en ellas. Ojalá fuera capaz de tener en cuenta esas "nimiedades" que me convierten en una privilegiada del cuarto noroccidental del mundo. Pero no. Soy víctima -y, sobre todo, culpable- de una preocupante tendencia a centrarme en lo oscuro, en lo deseado y no conseguido. En la mierdecilla, vaya... ¿Alguien sabe cómo se aplican esas teorías que a todos nos gustan tanto? Porque, para mí, esa es la verdadera pregunta.

Anónimo dijo...

la vida se vive y ya esta no hay teorías que aplicar, estamos aqui para sufrir y reír y somos felices o desgraciados por o que hacemos y por como actúan los demás con nosotros ya está solo vive tu vida y si Jesús estba alegre ese día es porque algó que el quería que pasara le pasó simplemente, no tiene más vuelta de hoja, Jesús espero que simepre seas tan feliz

adios

Anónimo dijo...

Sólo quería darte las gracias. Por este "escrito", por tu forma de relatarlo, porque fue precisamente en ese día, porque realmente eres sincero y feliz y porque me siento muy orgullosa de poder compartir ese sentimiento contigo.

La publicación de un libro, ¿para cuándo?

Besos de ¿Coti? jeje...

Gsú dijo...

Dices "usuario anónimo" de escribir algo sobre tí. Me ha gustado mucho la sinceridad de tus comentarios, y estoy seguro que detrás de cada relato que he escrito has sabido descifrar la parte que no se lee. Pero, sinceramente, no se quién eres y me gustaría contestarte si dejas de lado tu anomimato. Un saludo.