Un salto mortal
Hoy me he levantado dando un salto mortal……y es por eso que me encuentro de la espalda fatal ;)…”Voy a pasármelo bien” de Hombres G. ¿Que por qué digo ésto? Porque eso resume la intención principal de este relato.¡¡Y que me rebata el que quiera!! ¿Quien no ha tenido momentos en su vida de estar acompañado y sentirse solo, de pegarse fiestas y estar triste, de comer bien y no saborear la comida?... y de mil contradicciones más que reflejan exactamente que los momentos, los días, los ratos, no son ni buenos ni malos, sino que dependen de uno mismo, de su estado de ánimo, de su humor, de su cristal de ver la vida, en definitiva. Pienso y quiero seguir pensando que somos bastante privilegiados al tener todo lo que tenemos, y es por eso que sin la conformidad siempre estaremos vacíos. No es malo la ambición, pero hay que saber mirar varias veces lo que tenemos y si lo que deseamos es realmente más valioso que lo que poseemos. Quizás, el arduo día a día de estos últimos meses me ha ayudado a abrir más los ojos interiores que son con los que se ve lo verdaderamente relevante de la vida. Ahora trabajo en una empresa de construcción de obras hidráulicas y diseño de proyectos. Pues dentro de toda la complejidad que pueda suponer las distintas obras que la empresa abarca, llevo un tiempo parándome a pensar en algo tan humano como la gente que trabaja conmigo día a día. Un ucraniano cuarentón me cuenta una tarde al salir del trabajo, acompañados por una Heineken, que ha perdido la ilusión de la vida. Lleva cuatro años en España, no ha visto a sus hijos desde entonces, sus ojos brillan entre la neblina del tabaco, y me cuenta apesadumbrado que ya no encuentra metas, que para él todos los días saben igual, que ni quiere volver a Ucrania, que qué pinta él en esta vida. De veras es difícil levantar el ánimo a gente así. Tan hundida. A lo largo de la conversación consigo arrancarle alguna que otra sonrisa, y me dice que por lo menos hoy ha podido sonreír. A mi se me parte el corazón en dos, como la quilla de un barco de guerra parte el agua en cada nudo. Si escribo lo que dicta mi corazón, os juro que me acuerdo cada mañana cuando me despierto más de esta gente de cómo planificar el trabajo. Chilenos, Argentinos, Ecuatorianos, Bolivianos….Gente que lucha por salir adelante en un país donde le brindan poder trabajar y ganarse un sueldo. No me voy a meter en temas gubernamentales, ni legales, ni siquiera si eso es bueno o malo o si tienen papeles. Hoy no estoy hablando de eso….Estoy hablando de que a veces hay que pararse un poco antes de quejarse, y ver si realmente nuestras quejas están a la altura de la mitad de la vigésima parte de algunos problemas de muchísima gente. Un grupo de seis trabajadores de Mali están ahora en la obra que dirijo. Ya me acompañan desde hace dos semanas. Si expresara realmente lo que dicen los ojos de cada uno de ellos estaría escribiendo aquí dos semanas ¡¡lo juro!! Viven en casas abandonadas, sin agua, sin luz, sin prácticamente nada. Vienen con el miedo de que los pillen para regresar otra vez a su país. Me gustaría tanto ayudar a estas personas, y solo alcanzo a comprarles agua y comida de vez en cuando…. Y así se debate el día a día entre un mundo materialista y cargado de aburridas, vanales e hipócritas frases de dinero. Empecé escribiendo “Voy a pasármelo bien”, porque eso es precisamente lo que pienso que hay decirse cada uno a sí mismo cada día. Voy a disfrutar cada momento, cada segundo que me brinda la vida, voy a luchar porque cada día los que me rodean puedan sentirse bien olvidándonos del egoísmo humano. No sé, pero a mí, sinceramente, me ayuda mucho el pensar así.
“No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita”